Exposición permanente

La exposición se divide en dos pisos. En el primero podemos ver la evolución de la moda entre los años 1740-1902. Es la época de los grandes armazones o jaulas, el miriñaque, la crinolina y el polisón junto al corsé cambiaron la silueta de la mujer al dictado de la moda.

La mayoría de los trajes son de seda. Colores claros, vestidos blancos, azules y con estampados florales. Casi todas las prendas son vestidos y trajes de mujer.

En el segundo piso, trajes del siglo XX. La mayoría son franceses, pero también se pueden ver prendas del Reino Unido, Alemania, Estados Unidos o Filipinas.

Entre esas prendas, tres trajes confeccionados por dos grandes diseñadores de la alta costura. De Charles Frederick Worth (1825-1895), el padre de la alta costura, se pueden ver dos trajes; uno es un vestido-abrigo de noche dorado que brilla con luz propia, el segundo consta de un traje y abrigo de calle cosidos en terciopelo azul. De Cristóbal Balenciaga (1895-1972), en el segundo piso podemos ver un traje de ceremonia creado por el maestro de Getaria.
 

Al final de la exposición seis trajes de Euskal Herria, la mayoría donaciones. Tres son  trajes de baserritarra; dos de mujer de  Lapurdi, y el tercero es un  blusón de hombre de Beasain. Junto a ellos trajes de Isaba (Roncal), Atharratze (Zuberoa) y un traje de novia de Goizueta (Navarra).